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El Lignum Crucis enciende la devoción en su viaje a Astorga

La reliquia regresará mañana al monasterio lebaniego después de realizar el décimo viaje de su historia fuera de la comarca

Pedro Álvarez

Astorga

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Sábado, 5 de mayo 2018, 19:10

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Más de un centenar de cofrades de la milenaria cofradía de la Santísima Cruz, del monasterio de Santo Toribio de Liébana, han llegado hoy en dos autobuses a la ciudad de Astorga, acompañando a la reliquia del Lignum Crucis, que iba en el interior de un vehículo y que fue escoltada por la guardia civil desde su salida a las seis de la madrugada del monasterio lebaniego.

Antes de llegar a Astorga, la reliquia de la Cruz hizo una breve parada en León, a las 11.00 horas, siendo portada por el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monje, que a las puertas de la catedral la entregó a Julián López, obispo de León. López, ya en el interior, manifestó la alegría de poder contemplar la Reliquia en León, «por la gran vinculación que hemos tenido siempre con Liébana, ya que la comarca formó parte de la diócesis».

En Astorga, al mediodía, el obispo de Santander, Manuel Sánchez, llevó la Reliquia desde las puertas del archivo diocesano, debajo del palio que portaban cofrades lebaniegos. Mucho público participó en la procesión hasta la explanada de la catedral de Astorga, donde fue recibida por el obispo Juan Antonio Menéndez, que estaba acompañado por el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio; de Camilo Lorenzo, que fuera prelado de la diócesis, y de Julián López, obispo de León.

A ambos lados de la explanada de la catedral se encontraban un centenar de sacerdotes de la diócesis de Astorga, que esperaban la llegada del Lignum Crucis. Emotiva la presencia de la Reliquia para los vecinos de Astorga, algunos de los cuales ya pudieron contemplarla en el año 1973, cuando realizó uno de los diez viajes que ha hecho fuera de la comarca lebaniega.

El obispado de Astorga adelantó la festividad sacerdotal de San Juan de Ávila, que también significó un homenaje a los sacerdotes de la diócesis que cumplían sus bodas de plata y oro sacerdotales.

Juan Antonio Menéndez, obispo de Astorga, llevó bajo el palio la reliquia del Lignum Crucis hasta el altar mayor de la catedral, donde se celebró una misa solemne que fue seguida por gran número de fieles. Después de la bendición, se dio a besar y venerar la reliquia.

Javier Lombraña, presidente de la Cofradía de la Santísima Cruz, estaba emocionado «por la amplia respuesta de Astorga a la presencia del Lignum Crucis, y también agradeció la protección total de la reliquia desde su salida desde el monasterio, tanto de Guardia Civil como de Policía Local».

Emocionada también se encontraba Isabel Charro, de 86 años, vecina de Astorga, que recordaba «cuando en el año 1973 vino la Cruz a la catedral y pudimos contemplarla y besarla. Es un privilegio poder volver a hacerlo hoy ».

Por su parte, Juan Antonio Menéndez, obispo de Astorga, reconoció que «la presencia del Lignum Crucis en Astorga ha sido una verdadera gracia de Dios, un regalo de la diócesis de Santander, lo que quiero agradecer profundamente. La gente está emocionada de recibir el Lignum Crucis, que estuvo aquí durante 300 años y que ahora se custodia en Liébana con tanto cariño y fervor».

Por la tarde ha habido diferentes vigilias y veneración a la reliquia, que ha culminado con una procesión solemne hasta el seminario diocesano, donde será velada toda la noche. Mañana se celebrará una misa solemne a las 12.00 horas, cuando la reliquia emprenderá el regreso al monasterio de Santo Toribio.

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