Noja restaurará los sistemas dunares de la playa de Ris
El proyecto, subvencionado del Gobierno de Cantabria, mejorará la biodiversidad, eliminará las plantas invasoras y reordenará el uso de este entorno
El Ayuntamiento de Noja va a realizar una serie de actuaciones para la conservación y restauración de los sistemas dunares de la playa de Ris. El proyecto, que está subvencionado por la Consejería de Desarrollo Rural con 30.000 euros, contempla diversas acciones de información y ordenación del uso del entorno para reducir el efecto de la presencia de vecinos y visitantes en el entorno natural, así como intervenciones para la restauración del ecosistema.
El fin de esta actuación es detener el deterioro y las amenazas de los hábitats dunares del entorno de la playa de Ris. Este paraje, a consecuencia de una falta de ordenación del uso público durante décadas, ha sufrido un «pisoteo excesivo, sobre todo en la época estival, que ha provocado una degradación de los hábitats vegetales y un incremento de los procesos erosivos», señaló el concejal de Medio Ambiente, Javier Martín.
La consecuencia principal, según el edil, es la «pérdida de arena del suelo y la consecuente degradación progresiva de la cubierta vegetal». Ante esto, el proyecto pretende «promover la conservación» de las comunidades biológicas existentes en esta zona dunar, así como favorecer la regeneración de todas esas comunidades alteradas por el uso público».
Martín ha destacado la importancia de una actuación que «devolverá a este entorno todo el atractivo natural» y permitirá «un uso más ordenado y sostenible de una de las zonas más frecuentadas y conocidas de la cilla».
Acciones
Las acciones a ejecutar se dividen en tres grupos. El primero se centra en medidas de información y señalización, contemplando la instalación de dos paneles informativos con contenido sobre los valores ambientales del entorno, los fines del proyecto y las medidas de conservación y responsabilidad de los usuarios. Se situarán en los accesos principales al recorrido peatonal de esta zona. También se incluye en estas acciones la instalación de 15 señales de pequeño tamaño distribuidas a lo largo del recorrido, con mensajes breves destinados a llamar la atención sobre situaciones concretas, especies singulares y zonas erosionadas, así como solicitando la colaboración de los usuarios para respetar las medidas de protección.
El segundo grupo de medidas se refieren a la conservación y restauración, entre ellas la instalación de captadores pasivos de mimbre en las zonas en las que la duna ha perdido su morfología. También se prevé la plantación de vegetación dunar para regenerar las zonas pisoteadas que actualmente están cerradas al público, y se eliminará manualmente la flora invasora.
Por último, se realizarán medidas protectoras como los cierres disuasorios para disuadir a los paseantes de acceder a las zonas de restauración, en un tramo de 350 metros. Dicho cierre se llevará a cabo con postes de madera y una malla, en consonancia con el proyecto LIFE+ARCOS. Junto a esto, se instalarán las balizas direccionales de madera para señalizar los accesos a la playa.