Obras Públicas comenzará el lunes con la reparación del puente sobre la ría de Solía
El Gobierno regional invertirá 450.000 euros en subsanar el problema de la estructura, a la que ya se destinaron 165.000 euros hace casi tres años
En cuanto la grieta en uno de los estribos del puente de hierro sobre la ría de Solía alcanzó niveles preocupantes a mediados de abril y hubo que cortar el paso ... por precaución, el Gobierno regional se comprometió firmemente desde un primer momento a correr con los gastos que fuera necesario para su reparación. Ahora se ha puesto cifra a esa promesa, y serán nada menos que 450.000 euros los que tendrá que afrontar la Consejería de Obras Públicas, Ordenación del Territorio, Vivienda y Urbanismo para sufragar el proyecto, que comenzará a ejecutarse el próximo lunes. Una nada desdeñable inversión regional que se suma a los 165.000 euros que el Ejecutivo ya destinó durante la pasada legislatura a la rehabilitación de esta estructura industrial del siglo XX, y con la que se suponía que su integridad había quedado ya garantizada en aquel momento.
Este mismo lunes −después de haberse declarado la actuación de urgente esta semana por parte del Consejo de Gobierno− comenzarán los obreros a trabajar en recalzar la pasarela. Habrá por delante cuatro meses de trabajos para acometer todas las labores que aparecen recogidas en la memoria descriptiva de las obras, que se ha redactado estas últimas semanas. Casi podemos hablar de un proyecto faraónico, puesto que va a ser necesario incluso hacer unos rellenos provisionales del firme en la ría para la instalación de una gran grúa que permita la retirada de la estructura de hierro y acometer así las intervenciones oportunas.
Pese a que la rotura que ahora mismo pone en peligro de colapso al puente se encuentra en la cimentación que queda en el lado de Villaescusa, su estribo hermano, que se encuentra en la parte de El Astillero, «también presenta un principio de socavación», por lo que se deberán recalzar ambos. Asimismo, para la ejecución de los trabajos se llevará a cabo un desvío provisional de la conducción del abastecimiento de agua, puesto que una de las arterias principales que suministra a El Astillero atraviesa el puente.
El informe señala como culpable del problema que está causando el repentino y vertiginoso daño en la cimentación de la estructura al estrechamiento del cauce de la ría en los últimos años, que «provoca un aumento de la velocidad del agua, lo que puede ocasionar la erosión del material». Asimismo, el texto también apunta que el deterioro de la parte de Villaescusa está más avanzado y es más precipitado por la acción de «un emisario de aguas pluviales-fecales que desemboca junto al pie». Por ello, dentro del proyecto también se recomienda ejecutar una escollera de protección que salve a la cimentación del efecto de las corrientes.
Apuesta por el patrimonio
Esta será la segunda actuación que se realice en el puente de hierro sobre la ría de Solía en menos de tres años. La anterior fue una rehabilitación que emprendió la Consejería de Turismo finalizada en 2018 como parte del carril bici Santander-Ontaneda o senda del Pas. Entonces se desembolsaron 165.000 euros, una elevada cantidad para la que tal y como apuntó en el momento de su reinauguración Francisco Martín, a la sazón consejero de Innovación, Industria, Turismo y Comercio, «hubiera sido más rápido y barato» construir una nueva pasarela. No obstante, se apostó por recuperar la añeja estructura existente, por tratarse de un icono y vestigio del patrimonio industrial, puesto que fue construida en el siglo XX y por ella transitaban los trenes de la antigua vía férrea Astillero-Ontaneda.
También en el acto de inauguración de 2018 se habló de que la actuación llevada a cabo aseguraba el futuro del puente por lo menos «los próximos cuarenta años». No ha sido tanto. A finales del 2020 se detectaba la rotura en el estribo de Villaescusa, y el pasado abril, los alcaldes de los dos municipios que une el puente, El Astillero y Villaescusa, optaban por cerrar el paso ante el preocupante estado de la grieta. Sin embargo, en la memoria del proyecto se incide en que la actuación de 2018 actúo sobre la propia estructura de hierro, que se encontraba muy deteriorada, y no en los cimientos. Pese a que la obra prometía tener un coste muy elevado desde el principio, el titular de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, en el momento cero se comprometió a hacer lo que hiciera falta para mantener esta «joya» del patrimonio industrial.
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