Villaescusa pide al Gobierno cántabro reparar el puente de la ría de Solía

El hundimiento de la cimentación del puente de la Ría de Solía se está haciendo notorio, y antes de que el problema vaya a mayores el Ayuntamiento de Villaescusa ha solicitado el apoyo de las Consejerías de Obras Públicas y Turismo para llevar a cabo unas obras que sirvan para recalzar la estructura. El Puente de Hierro sobre la Ría de Solía es una infraestructura de construcción industrial de principios del siglo XX que da soporte al carril bici Santander-Ontaneda conocido también como la Senda del Pas, incluida en la red BiciPas.

El hundimiento de la infraestructura se ha detectado en la margen de Liaño, que corresponde a Villaescusa, mientras que el apoyo que queda en el lado de El Astillero no parece mostrar problemas importantes. Tal y como indica un informe encargado por el Consistorio de Villaescusa, el deterioro se asocia a un problema de escorrentías y la acción de un emisario de pluviales que discurre paralelo a la vía verde y vierte al pie de dicha cimentación, junto al lado del estribo dañado.

El proyecto que está sobre la mesa ahora estima un coste aproximado superior a los 171.000 euros. Los alcaldes de Villaescusa y El Astillero, junto con sus respectivos técnicos, han visitado recientemente el lugar para valorar la situación del estribo sur del puente y desde ambos consistorios se han iniciado gestiones para solucionar el problema detectado. Con todo, los dos consistorios trabajan para conseguir financiación en las obras y que no se tenga que afrontar con dinero de las arcas municipales.

Al parecer, tal y como indica la memoria redactada, el estribo que se encuentra en la zona de Villaescusa se encuentra totalmente fragmentado debido a la pérdida de base de cimentación, «ya que en su totalidad son rellenos de la antigua actividad minera y la acción erosiva de la corriente es mayor». A ello se suma el estrechamiento del cauce de la ría, el aumento de la velocidad del agua en las mareas y que en los últimos 10 años se han construido diversas infraestructuras, como la S30, cuyos colectores de evacuación de pluviales de la carretera vierten a la ría, justo al lado del estribo dañado del puente, revirtiendo todo ello en el deterioro actual.

A la par, el lado de Villaescusa es la zona más expuesta al caudal de subida y bajada de las mareas y es la margen que recibe la descarga de las aguas de escorrentía «provocando el retraimiento de los materiales a modo de erosión que ha dejado sin material de apoyo al talud de la vía y a su cimentación». Por el contrario, el estribo de Astillero, en una primera valoración, no presenta deterioros de relevancia ni se ha detectado fracturación ni hundimiento de la base ni de la estructura de sillería, ya que se asienta sobre una zona de mayor rocosidad.