Costas rellena Los Peligros y abre un tramo al público
Santander ·
Con la playa llena otra vez de arena en la zona de La Magdalena, el vallado que impide el paso hoy en día podría retirarse para el fin de semana «o incluso antes»Los camiones van y vienen estos días por la orilla de la playa de Los Peligros bien cargados. La escena no es nueva. Cada año se ha repetido para que toda la zona de La Magdalena recuperara una y otra vez su aspecto a base de reponer la arena que se marcha en los primeros meses del año. Lo distinto, esta vez, es el contexto. Muy distinto. Porque el traslado se desarrolla con el llamativo espigón que se adentra en el mar metido en la escena y con toda la playa vallada y cerrada al público por las obras. Eso último ya ha terminado. Los trabajos de estabilización ya están acabados y un tramo del arenal de Los Peligros ya está abierto para los vecinos.
El lunes se movieron toneladas de arena en los remolques. Traslado terrestre a través de camiones desde la parte del Promontorio de San Martín -la playa que se conoce como 'La Fenómeno' y que se forma cada invierno ya cerca del Museo Marítimo- a la del balneario. Se corrige el escalón que se crea en el terreno, un talud que, por efecto de las olas y las mareas, alcanza hasta un par de metros de altura en ocasiones. El mar se come La Magdalena y obliga, entre otras cosas, a cortar el paso y a retirar las tablas de la pasarela para el paso de peatones y ciclistas (las que quedan en pie, porque muchas aparecen hechas añicos en la resaca de los temporales).
Ver fotos
La labor, precisamente, consistió este martes en quitar los pocos tablones que quedaban en su sitio para que las máquinas pudieran alisar el piso desde la parte más superior hasta la orilla. Igualar con toda la arena que se ha movido. Sobre todo, porque el aspecto que presentaba la parte del balneario con la marea alta a media mañana era el de un pequeño 'precipicio' al borde del mar. El nivel de la arena estaba prácticamente a la altura del pie de la terraza del edificio y mediado el de las escaleras de acceso para bajar a darse un baño. Pero se formaba un corte pegado al agua que obliga a estirar el material e igualar el firme en toda la franja.
«Quitamos los tablones para que alisen y luego les volvemos a colocar en su sitio», explicaban a los curiosos los trabajadores que, con ayuda de una pala, estaban retirando la pasarela de madera junto a las escaleras que descienden desde el paseo de Reina Victoria.
Cuesta 17.000 euros
Ese aporte de arena está incluido en el proyecto de los espigones, que se colocan precisamente para evitar que tenga que volver a hacerse en el futuro. Lo confirma el Ministerio (el Ayuntamiento se remite a Costas para cualquier dato). Y ofrecen cifras. «La cantidad de arena que se está trasladando es de 8.000 metros cúbicos con un coste aproximado de 17.000 euros».
El plan de trabajo era construir los diques y volver a poner la arena en su sitio con la idea de que no vuelva a marcharse. Con esa segunda parte completada, las vallas se han retirado en una parte de la palya y se ha habierto al público. La decisión de cerrar estas playas desató numerosas críticas. Hay que recordar, en este sentido, que La Magdalena, Bikini y Los Peligros estuvieron fuera de juego en la mayor parte de su trazado durante las últimas vacaciones de Semana Santa.
Más aún, con la llegada -por fin- del buen tiempo, este fin de semana más de uno se saltó la prohibición de acceso. Este martes, algunos turistas extranjeros miraban con extrañeza los carteles de 'Playa cerrada al público'. Otros, directamente, se colaban. «Es que se está colando gente y no nos hacen ni caso», comentaban entre ellos antes de irse dos operarios de los que trabajaban retirando la pasarela. Y sí que se veía a personas abriendo huecos entre las vallas o paseando por la orilla. A eso de las doce, sin ir más lejos, una señora extendía una toalla roja cerca de la orilla. Estaba ella sola en toda la playa. Completamente sola. Tomando el sol en la 'zona prohibida'.
«Acceso prohibido al espigón»
Sobre fondo amarillo y encabezados por un 'Peligro' en letras grandes y mayúsculas (también escrito en inglés). Así son los carteles que estaban instalando ayer sobre el espigón de La Magdalena, justo frente al balneario. Con la marea alta –lo que impedía realizar otros trabajos– un par de operarios se dedicaban a colocarlos en el dique. «Acceso prohibido al espigón», puede leerse en los nuevos letreros, con la vista puesta ya en la inminente reapertura de la playa. «La cara superior del espigón que se está ejecutando en estos momentos en la playa de La Magdalena está formada por una escollera de entre 2 y 5,5 toneladas, en función del lugar. Por sus características, piedras de gran tamaño con huecos entre ellas, no será una zona utilizable, por lo que el tránsito peatonal estará prohibido por motivos de seguridad», explicaron en su día desde el Ministerio de Medio Ambiente a preguntas de este periódico. No será transitable.