La Policía detiene a otro okupa poco después de entrar en una casa de Santander, la tercera vez que ocurre en un mes
Ocurrió ayer por la mañana en la calle África, otra okupación frustrada similar a las ocurridas en las calles Cajo y Francisco Giner
Un okupa consiguió ayer forzar la cerradura y entrar en una casa ajena, pero no pudo evitar que lo echaran de allí. Tan poco tiempo ... pasó desde que tomó posesión de esa vivienda que la Policía Local pudo frustrar sus intenciones deteniéndolo por un delito de usurpación.
Ocurrió ayer a primera hora de la mañana en la calle África, en la zona del Río de la Pila. Y es la tercera vez que pasa en poco más de un mes en la ciudad de Santander: testigos ven a alguien sospechoso intentando entrar en una vivienda, llaman a la Policía y ésta acude y puede detenerlos por la inminencia de la okupación. Ya que, según los nuevos protocolos del Ministerio del Interior, los agentes pueden entrar en un inmueble okupado sin orden judicial (si pasan más de 48 horas hay que solicitar el desalojo al juez) siempre que el delito sea flagrante, es decir, que sea reciente, que haya testigos y que se requiera la acción policial, independientemente del tipo de vivienda. Y esto es lo que ha pasado en estas tres ocasiones, que han acabado bien para los dueños de las casas afectadas, y las tres veces gracias a la colaboración de vecinos o de testigos que pasaban por allí.
Estas han sido las tres okupaciones frustradas últimamente en Santander:
En Entrehuertas
La Policía pilla a dos mujeres justo cuando iban a entrar en una casa de Francisco Giner
Ocurrió el 15 de mayo a las 11.15 horas en la calle Francisco Giner, en el barrio de Entrehuertas. Dos mujeres españolas de 33 años de edad, con las iniciales M.L. y P. C., fueron vistas en acción por los vecinos de una casa que estaban intentando forzar. Estos vecinos avisaron a los dueños, que no viven ahí, y éstos, a su vez, llamaron a la Policía Local y se acercaron a la vivienda. Ya allí, el matrimonio propietario se dirigió a ambas mujeres, pero ellas, lejos de cejar en su empeño de entrar en la casa, «los insultaron y amenazaron», cuenta la Policía Local. Y al instante llegaron los agentes, que como todavía no habían entrado, las pudieron detener como presuntas atoras de un delito de usurpación, por el que han instruido las correspondientes diligencias para el juzgado.
En Cajo
Otro okupa pillado con las manos en la cerradura acaba detenido
La noche del 30 de mayo varios vecinos de la calle Cajo llamaron al 091 al ver que un desconocido «estaba tratando de okupar un piso cercano». Una patrulla de la Policía Nacional se desplazó a la zona y vio en el portal de ese edificio cómo un individuo estaba manipulando la cerradura de un domicilio. El sospechoso, que estaba indocumentado, no se esforzó en buscar excusas, ya que contó a los policías lo que pretendía hacer: «que llevaba en el lugar 15 minutos forzando la puerta y que su intención era la de ocupar la vivienda», relata la Policía. Resultó ser J.M.J., de 27 años de edad y con antecedentes, que acabó detenido también por un delito de usurpación.
En la calle África
Consigue entrar pero la Policía le pudo echar por haber ocurrido momentos antes
La última de las okupaciones frustradas tuvo lugar este lunes, 21 de junio. Sobre las ocho y media de la mañana, un albañil que acudía a una vivienda en la que estaba realizando unos trabajos de reforma se encontró dentro de la casa a tres jóvenes y vio herramientas con las que podrían haber forzado la cerradura para entrar. Llamó a la Policía Local, que se presentó allí poco después. De los tres, solo quedaba uno de los chicos dentro, D.T., de veinte años de edad. Fue identificado pero no quería que lo arrestaran, según explica la Policía, pues actuó «ofreciendo una resistencia activa y una actitud agresiva en el momento de la detención». Así que este joven acabó detenido por dos presuntos delitos: de desobediencia grave y de usurpación, por los que ya se han tramitado las diligencias judiciales.
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