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Fallece Maxi Valle, exalcalde de Santoña y exsenador por el PSOE
Estuvo en tres legislaturas al frente del Ayuntamiento y en el Senado entre 1986 y 1996 | El funeral se celebrará el sábado, día 29, a las 12 del mediodía, en la iglesia parroquial de Santa María del Puerto de Santoña
Maxi Valle, exalcalde de Santoña y exsenador del PSOE, falleció anoche en su domicilio a los 74 años. Figura histórica del socialismo santoñés y amante ... de la poesía y la literatura, casado y con tres hijos, llegó a la política como candidato del PSOE de Santoña a la Alcaldía en 1983 e, inmediatamente, ganó las elecciones. Llegó a acumular tres legislaturas al frente del Ayuntamiento y, además, ocupó un escaño en el Senado durante una década consecutiva, entre 1986 y 1996. En su última etapa en la política, ocupó el cargo de director general de Economía, con Ángel Agudo como consejero.
Economista de profesión, estaba jubilado de su trabajo como funcionario del Gobierno de Cantabria en la Consejería de Economía y Hacienda. Alejado de la primera línea política en los últimos años, nunca dejó de participar activamente con su partido. El pasado enero apoyó la candidatura de Pedro Casares a la secretaría general del PSOE, e intervino en el acto de su presentación. Incluso, este mismo miércoles había participado en la reunión de la Ejecutiva local de Santoña, ya que seguía aportando ideas y propuestas desde una segunda línea.
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Durante sus mandatos en Santoña impulsó proyectos tan relevantes como la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana que, actualmente, sigue en vigor, transformó la plaza de San Antonio, centro neurálgico de la localidad y ejecutó las obras de los nuevos colectores de saneamiento y depuración de aguas residuales. Como alcalde y senador también contribuyó activamente a que viera la luz la ley que declaró la reserva natural de las marismas de Santoña.
«Era una persona muy culta y daba gusto escucharle hablar en los actos públicos porque siempre hacía referencias literales o recitaba una poesía», recuerdan sus compañeros de partido. De hecho, el próximo sábado 6 de diciembre, día de la Constitución, el PSOE de Santoña celebra su famosa comida anual a la que acuden dirigentes y militantes del partido de toda la región. Y en esas comidas siempre tomaba la palabra Maxi Valle. Estaba previsto que dentro de dos semanas, en ese acto, se homenajeara al recientemente fallecido Agustín Ibáñez, exdelegado del Gobierno y santoñés. Ahora se espera que también se rinda tributo al exalcalde y exsenador.
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Tras conocer la noticia, el actual líder del PSOE cántabro, Pedro Casares, publicó un mensaje en redes sociales en recuerdo de Valle: «Abrazo eterno, querido Maxi. Hoy Santoña y Cantabria se han despertado tristes. Nos has dejado demasiado pronto, demasiado rápido. Gracias por tanto durante tanto tiempo. Por tus consejos, por tus palabras de aliento, por tu cariño. Te echaremos demasiado de menos».
«Rotos de dolor» en Santoña
Sus compañeros del PSOE de Santoña están «rotos de dolor» y aun asimilando, en estas primeras horas, su repentina pérdida. «Su figura iba más allá de la de compañero partido. Era un amigo y para muchos militantes era un maestro, como un padre al que escuchábamos siempre su opinión y sus consejos», destaca el exalcalde de la villa y secretario general de Justicia y Libertades en la ejecutiva del PSOE cántabro, Sergio Abascal. Sus ideas, iniciativas y sugerencias siempre se tuvieron en cuenta, «antes y ahora». «Nos daba enormes lecciones de política y sobre todo, de vida».
Para la agrupación socialista local y regional era un «referente» y también para el pueblo de Santoña. «Ha sido un vecino querido, una persona respetada y apreciada por todos y que nos deja un poco huérfanos».
Sus compañeros de actividad política resaltan su carácter tranquilo, reflexivo y vehemente. «Defendía con convicción aquello en lo que creía y siempre estaba preocupado por lo mejor para Santoña aportando propuestas e iniciativas. Fue un gran servicios público». Desde el partido se comprometen a «preservar su recuerdo, su legado y su memoria».
Amante de la villa que le vio nacer y crecer, era raro, una vez ya jubilado, el día que no le encontrabas paseando por las calles de la localidad compartiendo charlas con los amigos o tomando algo en un bar. «Le gustaba mucho Santoña y era un confeso devorador de libros».
Su muerte se produce apenas dos meses después del fallecimiento de otra figura esencial en el PSOE de Santoña, Agustín Ibáñez, siendo ambos íntimos amigos. De hecho, Valle le dedicó unas emotivas palabras al exdelegado del Gobierno de Cantabria en su funeral el pasado mes de septiembre.
«No sabes cuánto te vamos a echar de menos aquí. Esos momentos de complicidad, de tertulias políticas o de analizar la historia de nuestro partido. Marcando la vida siempre como la marca un poeta», reconoció el secretario general de Juventudes del PSOE, Fran Cano.
El funeral se celebrará el sábado, día 29, a las 12 del mediodía, en la iglesia parroquial de Santa María del Puerto de Santoña.
«Gracias por tanto, Maxi»
Judith Pérez | Hay despedidas que no hacen ruido, pero estremecen por dentro. La suya llega así: como una onda silenciosa que nos recorre y nos obliga a detenernos. Para mí, su ausencia es especialmente honda, porque fue la primera persona que me enseñó a mirar la política —y la vida colectiva— con responsabilidad y humanidad. Fue mi primer referente, no por ocupar un espacio visible, sino por la solidez tranquila de sus convicciones. Quienes lo conocimos de cerca sabemos que nunca vivió a dos velocidades. Cuando le tocó asumir responsabilidades públicas, siguió siendo exactamente la misma persona que cuando militaba desde la base. Su manera de actuar no dependía del escenario: era la misma voz serena, la misma mano tendida, la misma coherencia luminosa. En él no había pose ni sombra de artificio; todo era honestidad a temperatura constante. Creía profundamente en la importancia de sostenernos unos a otros. Defendía la empatía no como una consigna, sino como una respiración natural. Tenía esa capacidad rara de escuchar sin prisa, de ofrecer calma sin decir demasiado, de recordar que cualquier proyecto común solo se sostiene si se cuidan los vínculos que lo tejen. Culto sin alardes, lector apasionado, encontraba en la poesía una especie de refugio fértil. Cuando compartía un verso, no buscaba exhibir nada: abría una pequeña ventana para que entrara otro tipo de aire. Sus lecturas tenían la delicadeza de quien sabe que la sensibilidad también es una forma de compromiso. Hoy lo despedimos con una mezcla de pena y gratitud. Pena por su ausencia, por lo que ya no podremos compartir; gratitud porque su forma de vivir los valores dejó un rastro claro en todos nosotros. No fue un referente por proclamación, sino por ejemplo. Por esa fidelidad constante a lo que consideraba justo. Por esa manera callada de recordar que la dignidad es un trabajo diario. Que su memoria siga acompañándonos como lo hacía su presencia: sin imponerse, pero dejando una huella firme, de esas que orientan incluso cuando el camino se vuelve incierto.
Maxi, el socialismo máximo
Rosa Inés García | Una quisiera negar su muerte recordándole como era, honesto, leal, simpático, entregado a sus causas: su familia, su villa marinera y su país. Era socialista de principios máximos. Recordarlo hoy es un día lleno de lágrimas y hazañas vividas. Sabía cuidar la unidad de los contrarios en aras del bien general de su pueblo, anteponer la responsabilidad frente a la frivolidad: las etiquetas no enseñan nada de las personas, solo su conducta nos habla de su grandeza o mezquindad. La conducta de Maxi Valle Garmendia fue la de un hombre libre, sin adulaciones mezquinas con el poder instituido. Lo único que poseemos es libertad para vivir nuestra vida y encontrarla sentido. Maxi orientó la suya buscando la razón ,lo verdadero y los sentimientos. Sus convicciones, expresadas con arrebato apasionado, nos unieron y sus actitudes me admiraron. Con su firma progresó Santoña, mantuvo miles de puestos de trabajo en la reconversión industrial, ayudó a cuidar la economía de esta tierra con esmero y luchó por consolidar la reconciliación en paz de la Transición como Senador. Su recuerdo grato, lúcido, gritón, cantarín, amoroso con Carmen y su hijos, nos acompañará siempre. Gracias amigo mío.
El valor de la palabra
Íñigo Fernández | Acaso nadie como Maxi Valle representó tan bien lo que significa el valor de la palabra. La usó de modo brillante en el debate, en el acuerdo y en el cumplimiento de lo pactado, y por eso siempre será reconocido. Usó en efecto la palabra para discrepar, para discutir, para debatir… Y era imposible ganarle cuando la esgrimía. Usó la palabra, también, para buscar y alcanzar acuerdos: disfrutaba de hecho con la transacción, como buen socialista de los primeros tiempos de la democracia. Y la usó para cumplirla. Siempre. Sin duda. Porque creía en el valor de la palabra. Era imposible no aprender estando cerca de Maxi: a su lado o enfrente. Fue maestro de muchos, y además amigo. Otros de su generación alcanzaron notable relevancia, fuera y dentro de Santoña, como Juan Andrés Berruezo, Agustín Ibáñez, Jesús Bolado, José Luis Gutiérrez Bicarregui, José Luis Hoya, Dionisio García Cortázar, Rosa Inés García o Jose Solaeta. Pero Maxi Valle fue quien llegó más lejos en la política, quizá porque lo merecía. Hoy Santoña le rinde el reconocimiento que le debe: como alcalde, como senador, como amigo. Y el que le debe a su familia, a quien a veces sacrificó, a su pesar, para cumplir con sus obligaciones públicas. Maxi Valle es hoy una figura inolvidable. Al menos, en ese pequeño rincón del Cantábrico que compartimos llamado Santoña. Inolvidable. Palabra.
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