La Guardia Civil no encuentra la escopeta con la que el fugitivo de Turieno disparó a los agentes

Desde la Comandancia de Cantabria explican que el arma constituye «una prueba más» de cara al futuro juicio por esos hechos, pero ni mucho menos es un elemento fundamental que pueda cambiar la sentencia de manera sustancial. «Hay elementos suficientes», subrayan. De hecho, si se sigue inspeccionando el terreno para localizar la escopeta es, en parte, por motivos de seguridad, ya que podría continuar cargada. La Benemérita ya precisó desde el principio que había muchas posibilidades de que nunca apareciera debido a las dimensiones del bosque y su frondosidad. Se trata de una zona «complicadísima» y «amplia», que se ha ido desbrozando y ampliando progresivamente, pero sin resultados por el momento.

Fue el propio Luciano el que, durante un interrogatorio en la casa cuartel de San Vicente de la Barquera, narró como fueron las 30 horas de atrincheramiento y huida y precisó que había tirado el arma en esta zona, situada a un kilómetro escaso del casco urbano. La misma tarde de su detención, la Guardia Civil trasladó al detenido hasta el lugar para hacer un reconocimiento ocular de la zona, pero fue imposible localizar la escopeta. Desde entonces continúa la búsqueda sin éxito.

La detención de Luciano, que en estos momentos se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza en la cárcel de El Dueso, se produjo en la madrugada del 19 de julio, cuando regresó a su casa. En ese momento ya no se encontraba armado. Según el testimonio que trasladó a este periódico a través de su anterior abogado, después de abandonar su vivienda y escapar del cerco policial la mañana anterior, el fugitivo se deshizo de la escopeta prácticamente en el mismo momento en que llegó al monte.

La Guardia Civil todavía no ha podido confirmar ese extremo. En cualquier caso, era imposible saberlo cuando, tras su evasión, pidió a la población evitar los montes cercanos a Potes por la peligrosidad del individuo.

En cualquier caso, el detenido no tenía licencia de armas, por lo que es probable que a los cargos de atentado contra agentes de la autoridad, daños y lesiones, la jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de San Vicente de la Barquera sume también el delito de tenencia ilícita de armas. En caso de condena, podría sumar hasta un año más de cárcel. También está en el aire el posible delito contra la salud pública por el cultivo de marihuana en su domicilio.

Mientras tanto, la Guardia Civil y la Delegación están investigando si se produjeron fallos que propiciaran la huida de Luciano de la vivienda, pero el proceso se está ralentizando por el reciente cambio en su defensa. El delegado del Gobierno en Cantabria, Pablo Zuloaga, precisó que «los cauces del análisis están en manos» de la propia Benemérita.

También explicó que, como todas las operaciones, una vez que se producen «se lleva a cabo un análisis de ellas para afrontar futuros hechos que puedan darse en la misma situación».