La velocidad fue la causa de la muerte de un motorista en junio, según el atestado

Los expertos del cuerpo municipal señalan que es imposible conocer con exactitud la velocidad a la que circulaba la víctima porque no tuvo tiempo de frenar y no dejó huellas en la carretera, pero creen que hay elementos suficientes para decir que era «muy elevada y muy por encima de la autorizada en el casco urbano, 50 kilómetros por hora». El choque se produjo cuando un todoterreno que iba por las inmediaciones de La Magdalena giró hacia la calle Ramón y Cajal, momento en el que se cruzó con la moto. En el mismo documento se explica que «la fuerte violencia en ese impacto» fue la que «pudo determinar el fallecimiento casi instantáneo».

En cuanto a la declaración de los testigos, destaca el de un turista alemán que estaba pasando unos días en Santander y que unos minutos antes del accidente también estuvo a punto de colisionar con la motocicleta. Según su relato, el fallecido iba a gran velocidad por la línea que separa los dos carriles y prácticamente se metió en el contrario. Tanto, que tuvo que girar para evitar el choque.

Los agentes que se personaron hicieron tanto la prueba de alcoholemia como de drogas al conductor del todoterreno y ambas dieron negativas. Dos meses y medio después de aquellos hechos, todavía se está a la espera del informe toxicológico del motorista. Aunque el atestado dice que en el momento no se pudieron determinar las circunstancias psicofísicas en que se encontraba este conductor, un familiar sí declaró que previamente había consumido alcohol.