La sauna sigue cerrada por seguridad dos meses después del último incendio
El Ayuntamiento está a la espera de que los técnicos determinen las causas del siniestro, mientras los usuarios reclaman por escrito la reapertura del servicio
Dos meses y medio después de que sufriese el último incendio, el segundo en los dos últimos años, la sauna de la piscina ... municipal de La Lechera (Torrelavega) sigue cerrada por motivos de seguridad. Los responsables municipales dicen que están a la espera de que los técnicos determinen las causas del siniestro, mientras los usuarios han solicitado por escrito la reapertura del servicio.
Concretamente, más de doscientos abonados de la piscina han firmado un escrito que han registrado en el Ayuntamiento, en el que solicitan que sean reparadas y puestas en funcionamiento lo antes posible las saunas de los vestuarios, tanto el masculino como el femenino, dado que «son usadas por un número importante de usuarios, que están sufriendo un grave problema al no estar operativas». Los afectados temen que el Consistorio opte por clausurar definitivamente el servicio, como ya hizo hace varios años con el de jacuzzi, porque «sufría averías». Recuerdan también que el abono anual «da derecho a utilizar todas las instalaciones, incluidas las saunas».
CLAVES
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Primer incendio Se produjo en octubre de 2017 y se instalaron módulos prefabricados a modo de vestuarios provisionales.
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Segundo incendio Tuvo lugar el pasado mes de febrero y se está a la espera de que los técnicos determinen las causas del mismo.
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Reapertura El Ayuntamiento dice que no pondrá el servicio de nuevo en funcionamiento hasta que la seguridad esté garantizada.
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Movilización Los usuarios registran un escrito en el Ayuntamiento con más de 200 firmas solicitando la reapertura de la sauna.
El técnico deportivo municipal ha señalado que, pocos días después de que la sauna del vestuario masculino se incendiase por segunda vez, el pasado 27 de febrero, encargó un informe técnico a una empresa especializada para determinar las causas del siniestro. Según él, no se puede reabrir el servicio hasta que se entregue dicho informe y la seguridad esté garantizada.
Lo que sí tiene el Ayuntamiento son los informes que «acreditan que las revisiones se habían realizado correctamente». «Las causas del incendio se intuyen y parece que no son culpa municipal, pero es necesario que se entregue el informe y después se tomarán las decisiones oportunas», señala el técnico municipal.
El funcionario reconoce que en el primer incendio no se llegaron a determinar las causas porque «se pensó que era algo fortuito», pero «esta vez el seguro mandó a una persona que estuvo examinando los escombros durante siete horas».
La historia se repitió en la piscina y el gimnasio de La Lechera, una de las instalaciones deportivas municipales más utilizadas en Torrelavega (tiene más de 2.000 socios). La sauna del vestuario masculino resultó calcinada en octubre de 2017 y algo similar volvió a ocurrir el pasado 27 de febrero. En ambos casos no hubo heridos y sí daños materiales. La causa también parece que fue la misma: fallo eléctrico en una resistencia. El complejo fue desalojado y volvió a abrir sus puertas unos días después, tras la visita del perito de la empresa aseguradora y la reparación de los daños, menores que en el incendio anterior. Una vez limpias las instalaciones, abrieron de nuevo la piscina y el gimnasio, pero el vestuario masculino tardó unos días más -la otra vez fueron dos meses-. En esta ocasión no se instalaron módulos prefabricados, criticados la vez anterior, y los usuarios se repartieron en los tres vestuarios restantes, lo que generó alguna incomodidad.
La piscina de La Lechera se inauguró en 1987, convirtiéndose en la primera pública cubierta de Cantabria. Se encuentra saturada de usuarios desde hace más de una década por el retraso en la construcción de la segunda piscina de la ciudad, proyecto que se presentó en 2002 y que no se ha ejecutado por diferencias políticas. «Es algo muy importante para la ciudad y una prioridad para el equipo de gobierno», dijo el alcalde, José Manuel Cruz Viadero, tras señalar que el Ayuntamiento no iba a «ahorrar esfuerzos» para que el suceso no se vuelva a repetir.
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