Rutas al borde del precipicio

Precisamente por esto, hemos recopilado las rutas con los paisajes y los trayectos más escalofriantes. Rutas en las que no vale solo con un buen calzado, ya que sus precipicios, sus pasos elevados y puentes estrechos, hacen que también sea necesario armarse de valor y dejar el vértigo a un lado ¿Te atreverías a pasar por ellas?

Esta es una de las rutas más populares. Un trayecto que se encuentra a 75 metros de altitud, en pleno desfiladero de La Hermida. El río Urdón es el principal responsable de este accidente geográfico donde el cauce transita entre los municipios de Tresviso y Peñarrubia. Una ruta que es un espectáculo, sobre todo para los amantes de la naturaleza, pero que no está recomendada para todos los públicos. ¿La razón? Cuenta con pasos delicados, estrechos y resbaladizos que requieren extremar la precaución. Consulta la ruta aquí.

La ruta del Cares discurre a través de los Picos de Europa, entre la provincia de León y el Principado de Asturias, y es una de las más espectaculares y conocidas de España. Esta marcha discurre por un trayecto de algo más de 11 kilómetros (entre Caín y Poncebos) y no es especialmente difícil de realizar. Las únicas dificultades son que si sólo disponemos de un coche, el camino de ida y vuelta sumará 24 km y que esta ruta, tallada literalmente en la roca, transcurre entre dos grandes macizos por los que a veces pueden caer piedras. Consulta la ruta, aquí.

Esta es una de las rutas más impresionantes que podrás hacer en Aragón por sus vistas de vértigo, pero también porque se trata de una de las rutas más fotogénicas. Su itinerario parte desde el albergue de Montfalcó, desde el que se puede ir andando hasta el comienzo de las pasarelas y por el que también nos adentraremos en un paisaje de enorme belleza que recorre la cola del embalse de Canelles. Una vez hayamos llegado a la pasarela, toca 'tragar saliva' y subir más de 80 m de pared rocosa por unos cómodos tramos de escalera. Su ascenso no es difícil, pero sí impactante sobre todo por el paisaje tan espectacular con el que nos encontraremos desde lo alto.

La estación de la Fregeneda se sitúa entre los ríos Duero y Águeda, casi en la frontera con Portugal. Esta ruta parte desde esta estación hasta el muelle fluvial de Vega Terrón, un total de 17 Km espectaculares, pero en los que también se aprecia lo que el paso del tiempo ha hecho con estos viaductos. Los pasillos laterales de los puentes han desaparecido en muchos lugares o están podridos, y también las barandillas, aunque los túneles aún se mantienen en buen estado. Por su trayecto nos encontraremos con 20 túneles y 13 puentes, todo acompañado de un paisaje inolvidable y poco recomendable para los que tengan miedo a las alturas.

Si estás planeando hacerla, te recomendamos que cuentes con un vehículo de apoyo en el muelle de Vega Terrón, a no ser que te veas con fuerzas para volver a hacer el mismo trayecto de vuelta.

Hasta hace poco el Caminito del Rey era considerada uno de los senderos más peligrosos de España. Pero después de pasar 25 años cerrado y desde su renovación, ha pasado a convertirse en uno de los más seguros pero igualmente sigue estando entre los más impresionantes. ¿La razón? Este sendero transcurre por el desfiladero de los Gaitanes, a más de 100 metros de altura y por encima del río Guadalhorce, que ha excavado este gran cañón.

Situada en la comarca de la Vega de Granada, muy cercana a la Alhambra y a solo 8 km de Granada capital. Esta ruta de 9 km (ida y vuelta) bordea el río Monachil y transcurre por un impresionante paisaje por el que los senderistas tendrán que avanzar entre las paredes y por zonas muy estrechas. En esta ruta encontraremos también un puente colgante de 63 metros.

Esta ruta de origen medieval, discurre por una estrecha senda elevada en la pared rocosa. Su itinerario parte del aparcamiento situado junto a las ruinas del castillo y transcurre por un imponente paisaje en el que veremos casas de piedra de origen medieval, ruinas de un castillo árabe y una imponente fortificación.

La Faja de las Flores es un pequeño sendero situado en lo alto del valle de Ordesa, una ruta clásica pero no fácil. Un total de 15 km y de unas siete horas de caminata, en las que hay que superar los 1000 metros de desnivel y en las que nos encontraremos con un balcón de unos 3 km de longitud en la zona del Valle de Ordesa. Desde él contemplaremos una de las vistas más impresionantes de esta ruta.

La anchura de esta senda es de unos 3 a 7 metros y discurre entre farallones verticales de más de mil metros de caída.