Nacho Solana
«Solana vuela solo y tener otro restaurante con estrella cerca no resta, complementa», afirma tras el éxito con Pico Velasco
El cocinero cántabro Nacho Solana acaba de sumar su segundo 'macaron' Michelin. Al que luce desde 2012 en el restaurante familiar Solana, en La Bien ... Aparecida, añade ahora la primera estrella para el restaurante gastronómico del hotel Pico Velasco, en Angustina (Carasa, Voto). En apenas dos años de trayectoria, el proyecto consigue situarse entre las novedades más destacadas de la Guía Michelin 2026 y refuerza el papel de la alta cocina en el medio rural. Nada más terminar la gala, con la nueva chaquetilla bajo el brazo y el teléfono ardiendo a base de mensajes, responde amablemente al tiempo que proyecta su ilusión.
-Nacho, ya tiene una estrella en Pico Velasco, que se suma a la de en Solana. ¿Son emociones parecidas 13 años después?
-Parecidas, sí, pero muy diferentes. En 2012 era todo nuevo, había miedo a lo desconocido; ahora llevo 14 años de trabajo con estrella en Solana y eso da otro poso. Hoy ya sé qué supone y qué caminos hay que seguir.
-¿Aquella primera estrella se la esperaba?
-Para nada. Fue casi accidental: estaba de vacaciones, la gala era en Barcelona y entonces no invitaban a los cocineros. Me enteré desde lejos, sin luces ni escenario. Nada que ver con lo vivido aquí.
-En Málaga sí estaba invitado. ¿Eso le hacía intuir algo?
-Puede intuirse, claro, pero tampoco puedes confiarte. Agradezco a Michelin que ponga el foco en un restaurante como Pico Velasco, del que muchos no tenían claro si era hotel, espacio para eventos o restaurante gastronómico. Con la estrella, el mensaje queda claro y se reafirma que nuestra línea de cocina encaja en lo que la guía busca. Eso me hace sentir muy orgulloso.
-¿La estrella implica cambiar algo o seguir igual?
-La primera vez pensé que debía cambiar cosas. Hoy lo tengo clarísimo: no hay que cambiar. Hay que seguir y, si acaso, hacerlo aún mejor. Cambiar por la estrella es un error.
-¿No es demasiado rápido obtenerla en solo dos años?
-El bagaje de Solana ha influido. Para Michelin ya no soy un chef nuevo. En cuanto supieron que abríamos otro restaurante, vinieron a vernos. Y aunque dos años parezcan poco, han sido muy duros. Este es un proyecto trabajado mano a mano con mi socia, Inés Aguirreburualde, y con un equipo joven que está al pie del cañón todos los días. Sin ellos, esto no habría ocurrido.
-¿Siente que la guía reconoce también el modelo de alta cocina rural?
-Sí. Estamos en mitad del campo y eso tiene sus dificultades. Que Michelin mire a estos proyectos ayuda a demostrar que en los pueblos también se pueden hacer las cosas con mucha seriedad.
-¿Le costó guardar el secreto de la invitación?
-Muchísimo. La guía pide cautela porque hay invitados que luego no reciben premio. Pero los clientes preguntan mucho y uno tiene que contenerse hasta el final.
-Con dos estrellas en dos espacios distintos, ¿cuál es su objetivo ahora?
-Ninguno más allá de consolidar los dos proyectos. Solana está muy asentado; Pico Velasco necesita mimo y continuidad. Lo que venga, que venga. La segunda estrella está muy cara en España y hay que ser realistas.
-¿De quién se acordó durante la gala?
-De quienes estuvieron conmigo el día cero en Pico Velasco, cuando no había casi cocina montada y aun así sacamos un evento adelante. Y, por supuesto, de mi madre, que estaría feliz.
-¿Cuántos mensajes tenía cuando miró el teléfono?
-Unos 340 wasaps sin abrir, además de muchas llamadas perdidas. Contestaré a todos porque emociona que alguien pierda un segundo en felicitarle a uno.
-¿Van a subir precios tras la estrella?
-No. Ni ahora ni al inicio de la próxima temporada. Mantendremos los menús tal y como están.
-¿Cuándo reabrirán en 2026?
-Cerramos el 15 de diciembre y volveremos el 15 de marzo. Aunque con la estrella quizá hubiéramos organizado las fechas de otra forma (ríe), mantendremos el plan.
-¿El menú será nuevo por completo?
-Sí. Solo se mantiene nuestra croqueta, que es un símbolo. El resto cambia entero y no repetimos platos de Solana. Es una manera de mantener viva la creatividad y ofrecer experiencias distintas.
-¿Puede afectar esta estrella al restaurante familiar?
-Solo en positivo. Solana vuela solo, y tener otro restaurante con estrella cerca no resta, sino que complementa.
-¿Qué le hace más ilusión ahora?
-Volver y entregar la chaquetilla al equipo de cocina. Ellos son quienes están cada día en el pase y quienes se la merecen de verdad.
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