Los accesorios que aseguran la elegancia de los novios cántabros

¡Hola, amigos de Cantabria DModa! Ya vuelve a ser domingo y nosotras estamos totalmente inmersas en la época navideña. Os podría, incluso, decir que casi, casi somos pequeños elfos. Y es que en estas fechas nos volcamos con muchísima energía en diversos proyectos cargados de la magia navideña.

Pero hoy no venimos a hablar de la Navidad, nos centraremos en los complementos que los novios pueden, deben y no pueden llevar el día de su boda. Si recordáis bien hace unas semanas estuvimos comentando las diferentes maneras en las que se puede vestir un novio y, ahora, vamos a ahondar en el mundo de los complementos. Damos un paso más para que su atuendo en el día 'B' sea perfecto...

Lo primero es pensar en cómo combinar el traje elegido con los accesorios adecuados. Novios cántabros, ¿sabéis cuáles son? ¡Vamos a ello!

Ya hablamos con anterioridad de algunas posibilidades de corbata que podríamos llevar, ahora repasaremos algunos modelos y añadiremos otros. Podemos optar por una corbata clásica, de seda, en color liso o con falso relieve con motivos geométricos e, incluso, ilustraciones multicolor. También podemos seleccionar el corbatón o plastrón, un accesorio clásico con un ancho que dobla al de la corbata convencional y donde la principal diferencia, además del tamaño, es que el nudo queda oculto a modo de pañoleta.

Si el estilo del novio es más moderno un accesorio ideal sería el uso de la pajarita, desde la más clásica con nudo de mariposa (que podemos escoger en colores lisos o estampados) y es que la pajarita se ha vuelto un accesorio cada vez más popular con el auge del esmoquin, aunque también se puede combinar con frac.

Es importante tener en cuenta que sea cual sea nuestra elección en el accesorio del cuello éste debe ir perfectamente combinado con el pañuelo de seda, así como con la flor del ojal. Hay que pensar que el pañuelo es un pequeño detalle que aporta sofisticación y permite añadir color a la zona superior del traje del novio.

Es un pequeño detalle floral que usa el novio sobre la solapa del traje del lado izquierdo y que es un complemento de gran tradición. Pero si ya has optado por el pañuelo no deberían combinarse los dos elementos pues resultaría excesivo, por lo menos así lo dice el protocolo y deberíamos evitar llevarlos juntos.

Si hemos optado por llevar traje de etiqueta este estilo incluye las camisas de puño doble preparadas para lucir los gemelos. Existen de todo tipo, los tienes de bombilla, de clip, de botón y un buen puñado de versiones totalmente personalizadas. Hay muchos y variados por lo que deberás elegir el que más te convenga y guste.

Es uno de los accesorios clásicos atemporales y de muchísima tendencia. Los cronógrafos de aire vintage son perfectos, ya que dan un aspecto más sofisticado y combinan mejor con el traje. Evita escoger relojes demasiado grandes o deportivos.

Os diré que aunque parezca un accesorio al que no se le presta mucha atención, lo cierto es que se ha convertido en una de las tendencias más populares en los novios que, en muchos casos, quieren aportar un guiño divertido a su look y que luego dará mucho juego en las fotografías. Eso sí, ¡siempre bien combinado!

En cuanto al calzado, debe ser de piel en color oscuro, básicamente marrón o negro, aunque casi el 90% de las veces es negro. El calzado marrón quedaría relegado a trajes en azul pero nunca con frac o chaqué, ni esmoquin. También es muy habitual elegir un zapato de cordones como un Oxford o un derby. Por supuestísimo ni lo dudéis, el zapato debe ser comodísimo y os debe quedar como un guante, nunca seleccionéis un par de zapatos con los que nos os sintáis cómodos.

Y esto ha sido todo por hoy, el próximo domingo nos reencontramos. Mientras os deseo una Navidad muy especial, cargada de buenos deseos y mucha magia.

Como siempre, os invito a seguir todo el trabajo que desarrollo como 'wedding-planner' con mi equipo, lo podéis encontrar en la página web o en redes sociales: Facebook e Instagram.

Desde Cantabria historias basadas en bodas reales.

¡Gracias mil!